Hablamos habitualmente de la factura electrónica, y lo hacemos refiriéndonos a ella como una herramienta de futuro, como un paso obligatorio que debemos dar y como un formato de grandes beneficios para nuestro negocio. Por todo ello estamos ya más que convencidos de la idoneidad de estas nuevas facturas pero, si miramos un poco más allá, podemos encontrar otros beneficios algo más periféricos pero igualmente destacables. Dicho esto, vamos con algunas de esas ventajas del día a día que sólo puede ofrecernos la factura electrónica:

1.- No se “pierde” por el camino. La factura electrónica se envía por correo electrónico e, incluso, puede enviarse por medio de procesos que nos informan de su correcta llegada al receptor, por lo que una de sus ventajas es que podemos olvidarnos de facturas que, cuando reclamamos, resulta que no llegaron correctamente a su destinatario.

2.- No ocupa espacio físico. Este punto puede que nos parezca poco trascendente si nuestro volumen de facturación no es demasiado alto pero, ¿qué pasa cuando facturamos por cientos o incluso por miles de forma mensual? ¿Dónde almacenamos todos esos documentos de los que, en principio, no podemos desprendernos ante la perspectiva de cualquier incidente en el futuro? Este es un problema real de muchas empresas que se ven obligadas a ocupar habitaciones y almacenes completos para una tarea que, con la factura electrónica, ocupa el espacio de un disco duro. O ni eso, si trabajamos con almacenamiento en la nube.

3.- No se rompe. No se desgasta, no se borra un nombre ni debemos preocuparnos por ella si salta una tubería en el almacén. La factura electrónica no provoca ni permite confusiones y no se ve afectada por el paso del tiempo.

4.- Nos hace ahorrar tiempo y dinero. Un poco de tiempo, posiblemente, pero un poco de tiempo por cada una de ellas, por lo que, ¿y si volvemos a ponernos en la piel del que realiza miles de facturas al mes? ¿Y si, al tiempo que dedicamos a redactarlas e imprimirlas, sumamos el de enviarlas y, ya de paso, los costes de este envío? La factura electrónica, en el largo o incluso medio plazo, resulta una inversión rentable para nuestro negocio por sí misma.

5.- Es ecológica. La factura electrónica ahorra papel, y todo lo que nos permite ahorrar papel, es bueno para la naturaleza y, por tanto, bueno para todos. Sólo en el curso pasado, el uso de este nuevo formato de facturación permitió dejar de talar más de 3.000 pinos.

Estos son, como decíamos, algunos de esos beneficios que no se suelen mencionar pero que forman parte de las ventajas de esa factura electrónica de la que cada vez oiremos hablar con más insistencia teniendo en cuenta que se acerca el momento en que su uso será completamente obligatorio. Por eso, desde Firma-e no sólo te invitamos a que te adelantes a ese momento, sino que estamos convencidos de que dar el paso cuanto antes te permitirá disfrutar de una serie de ahorros y ventajas que hasta ahora no podías ni plantearte. Si necesitas más información o quieres aclarar alguna duda sobre formatos, aplicaciones, desarrollo o integración en los sistemas de tu empresa, contacta con nosotros por la vía que prefieras y deja que comencemos a trabajar en el futuro de tu negocio u organización.